Desarrollo gráfico
El desarrollo gráfico es fundamental para la agilidad y productividad.
Ab Initio facilita el desarrollo gráfico de aplicaciones complejas de principio a fin. ¿Qué significa eso? Significa que Ab Initio permite desarrollar aplicaciones enteras en un entorno completamente gráfico. El desarrollo gráfico es naturalmente más productivo y menos costoso que trabajar con código tradicional.
Las tecnologías ajenas a Ab Initio pueden hacer las cosas más sencillas gráficamente, pero para ocuparse de todo lo que es complejo recurren a la codificación tradicional (Java, SQL, procedimientos almacenados, etc.). Los aspectos más complejos de una aplicación son los que consumen todo el tiempo de desarrollo y mantenimiento. ¿Pero qué sentido tiene el desarrollo gráfico si para resolver los aspectos más complejos hay que recurrir a la codificación a la antigua?
El enfoque de Ab Initio comienza con nuestro paradigma básico de aplicación, el denominado flujo de datos, que refleja la forma tradicional de diseñar aplicaciones a lápiz y papel. Se trazan imágenes con recuadros para representar los pasos de procesamiento, círculos para los conjuntos de datos y flechas para unirlos. Los datos fluyen desde los conjuntos de datos de origen a los de destino a través de los pasos de procesamiento.
Ab Initio proporciona una amplia biblioteca de componentes de procesamiento que representan prácticamente todo tipo de flujo de control complejo, e incorporan implementaciones muy eficientes de todos los algoritmos necesarios. El usuario solo tiene que poner esos componentes en el canvas y conectarlos a través de flechas. Los componentes ofrecen muchas ventajas: facilidad de especificación de las reglas de negocio, algoritmos de computación altamente eficaces, procesamiento flexible de estructuras de datos arbitrarios, etc. Un programa enorme que se habría tardado mucho tiempo en desarrollar y depurar se convierte en una imagen rápidamente implementada y puesta a prueba (un diagrama de flujo de datos) con unos pocos recuadros y flechas que normalmente caben en una sola pantalla y que son fáciles de entender, pero que al mismo tiempo brinda un rendimiento excepcional.
Muchos de los potentes componentes de Ab Initio se pueden ampliar mediante reglas de negocio especificadas por el usuario.
Sin necesidad de programación tradicional, el usuario puede especificar gráficamente reglas de negocio complejas. Una interfaz intuitiva, similar a una hoja de cálculo, permite al usuario de negocio introducir y validar sus reglas con datos reales o de prueba, lo que produce una agilidad imposible de lograr con las tecnologías tradicionales.
El entorno gráfico de Ab Initio impulsa la agilidad de los procesos. Por ejemplo, Ab Initio proporciona potentes herramientas para la generación de datos de prueba, la anonimización de los datos de producción (para su uso en pruebas), la ejecución automatizada de las pruebas y la comparación de las mismas con los resultados de la línea base, añadiendo además una completa colección de detalladas métricas operativas. El desarrollo ágil depende de una metodología de pruebas robusta y Ab Initio lo facilita enormemente automatizando gran parte del proceso. A los desarrolladores les encanta trabajar con un sistema que les permite ver los detalles de los cálculos a nivel de registros (con depuración paso a paso), incluso para aplicaciones que procesan enormes cantidades de datos en varias redes distribuidas.
Finalmente, el entorno gráfico de Ab Initio motiva a los usuarios, que sienten orgullo por su trabajo tan fácil de mostrar y explicar a los demás.
Trabajar con Ab Initio es un placer para el profesional. Con Ab Initio es posible optimizar los costos, la productividad, el mantenimiento y la capacidad de responder rápidamente a las necesidades del negocio.